Tuesday, April 11, 2006

¡Como complican las letras, cuando forman palabras!


La arena cae por las manos


La fragilidad de un segundo, la rapidez de unas palabras, el sulfuró de una discusión, la alegría de unos ojos, la pena del alma…la soledad de un abandono…la angustia de lo no realizado, la conformidad por lo hecho y la plenitud de retozo después de una pasión consumada.
La caricia esperada, la esperanza de un retorno, la nostalgia de lo no vivido, el interés por lo desconocido y el desapego a lo impuesto. La ira causada por la maldad que corta alas, desesperanza por esas mentes chatas y miedo de volverse engranaje de una rueda cortante. Impaciente al termino del proceso reconstructivo de tu cuerpo, de tu alma, de los deseos postergados por la complejización de tu vida que se te EScapa como arena por las manos… necesitas parar o correr?? Ambas cosas te llevan algún lado?? Que quieres o no quieres preguntártelo??
Quieres vivir?
Debes primero sentirte frágil, sulfurada, alegre y abandonada, angustiada, conforme y plena, por sobre todo apasionada. Debes sentir una caricia, la esperanza de un retorno inesperado, Debes vivir lo que no has vivido, romper con lo impuesto, tienes que ganarle a la maldad y reconstruir alas…Y no desesperanzarte por las mentas chatas si no que maravillarte por las pensantes...Se paciente para reconstruirte cada día, proponte sentir y crear, volverte a preguntar una y otra vez que quieres, a donde vas, si paras o corres... Y recoger uno a uno los granos de arena que contienen la simpleza de tu vida que cae todos los día por que olvidas que tienes todo para ser feliz.

Friday, April 07, 2006

¿Estamos Disgustados?



ESOS MALDITOS

Todo es más complicado de lo que unos ilusos piensan, todo es más que criticas sin sentidos y creerse estandarte de la irreverencia, de la verdad, de la diferencia y de lo correctamente trasgresor, eso más patético que creación. Claramente al leer esto esbozaran una sonrisa y se sentirán felices de ser llamados así, totalmente satisfechos de proyectar una vida bizarra, licenciosa, BOHEMIA.

No es difícil encontrarlos, critican a los alienados, por estar insertos en este sistema individualista y ellos se congregan con la necesidad maldita de satisfacer sus egos dictando cátedras y discursos de cómo debería ser el mundo. Entre cerveza y pitos muestran sus verdaderos miedos, pero su discurso sigue ahí, no pueden mostrar debilidad por que son LOS iluminados, talentosos, diferentes y concientes, más que todos, más que los que tienen fe, que los que aman…( o lo que creen que aman) por que para ellos todo es una gran mentira. Llenos de resentimientos, con los demás, DEBEN SABER que ya eso no es nada nuevo.

En la vida, sus discursos quedan en nada despotrican contra el amor, los convencionalismos y los clichés pero están llenos de ellos. Son unos poetas malditos, han leído de todo tienen un bagaje apabullante, pero insatisfechos con sus elementos "consumidos" quieren más y ser más y que los otros sean menos, no tienen amigos sino que respeto por quiénes han leído o conocen más que ellos, algo así como admiración. Sólo con ellos comparten, los demás no valen la pena, ¡hay que matarlos!

Así se pierden personas maravillosas, porque quieren ser como ellos, quieren ser INTELECTUALES, reconocidos en el ámbito, ser concientes, decir siempre algo nuevo, el lado B de todo. Para ellos, no existe una sola manera de mirar algo, siempre existe una segunda vuelta y los problemas de los demás los desmerecen, porque son poco importantes y ellos no tienen tiempo para… cómo es que lo llaman, lo superficial.

Creo que los aborrezco por que compartiendo con ellos te succionan las creencias, te ridiculizan la conciencia, te relativizan los valores, y te destruyen la vida porque se DEBE sufrir en la vida y ser un maldito, agrio, ácido, crítico, despreciable, e infelices.

Pero a pesar de eso yo los miro con cariño, así es mi manera de vivir, ridícula para ellos pero a pesar de que tengo fe, creo en el amor, en las personas, comparto superficialidades, me preocupa lo no importante, tengo en mi la marca de tenerlos constantemente a mi lado y lo agrio se instalo en mi boca, los ácido en mis ojos y paladar, lo critico en la sangre y los despreciable en mis palabras, tanto así, que me veo hoy criticando aquellos que me han dado espació, no cómodo, pero espacio al fin y al cabo, un espacio que hoy me hace infeliz de compartirlo y creo que abandonaré, porque sucumbí a lo tradicional, a lo que me hacia feliz.

Recovecos II


Nadie se dio cuenta, ni si quiera por el olor dulzón y putrefacto que por más de una semana invadió las casas al medio día, en ese verano inolvidable… en esa ciudad infernal.

Era víspera de año nuevo y el que dejábamos atrás había sido plano como todos lo que pasaban por ese pueblito. Nadie esperaba mucho para el próximo, pero las cosas iban a cambiar, especialmente en mi cuadra.

Para nadie fue preocupante no ver a la señora Laura abrir por la mañana su ventana, porque ya nos habíamos acostumbrado a que esa mujer solitaria, desapareciera por semanas sin avisar a nadie, especialmente en tiempos de fiesta.

Además, nadie sentía ni cariño ni simpatía hacia ella. A los niños no le devolvía las pelotas cuando caían en su patio y a nosotros nos acusaba cuando llegábamos tarde o cuando hacíamos fiestas sin permiso. Reclamaba por todo, los ladridos de los perros, por el árbol que ensuciaba su patio, en fin, siempre tenía algo porque molestar, por lo tanto, nadie la extrañaba cuando nos daba una tregua y desaparecía.

Si no fuera por el cholo, mi perro, aún estaría esa vieja sola y putrefacta en su casa sin que nadie la despidiera o la llorara - ya que no hay muerto malo-.

He pensado muchas veces en esa hipocresía y siempre me pregunté su origen. Y siempre llegue a la misma conclusión.

La incertidumbre de si hay alguien allá arriba que este anotando, todos aquellos errores o malas intenciones que cometemos en silencio, ese odio que nos produce satisfacción. No lleva a engañarnos, jugando a ser piadosos, inventando un cariño que nunca sentimos y unas lágrimas que nunca fueron sinceras, para alguien que fue más franco que uno y decidió vivir odiando a viva voz.

Y así fue como actuamos tal artista consagrado, en su funeral, pagado por una hija ausente, que al igual que todos, actuaba. Sus palabras de despedidas eran tan amargas como el recuerdo de esa vez que aquella vieja enajenada, que hora se encuentra descansando en ese cajón, intentó matar a palos al cholo quien ahora la salvó de la soledad de la muerte, mordiendo su mano y trayéndonos un dedo, para mostrarnos que algo le había pasado a esa mujer …